MERMELADA GLASS
El verano se convierte en un buen momento para preparar una
rica mermelada casera: disponemos de una mayor variedad de fruta de temporada
(ciruelas, melocotones, albaricoques...), de cuyo sabor podremos disfrutar todo
el año gracias a este tipo de preparaciones. Y es que, aunque el mercado nos
ofrece hoy por hoy gran variedad de mermeladas industriales (algunas de ellas
muy conseguidas), como siempre decimos en estas páginas, nada comparado a lo
cocinado de forma artesanal y casera. Además en el caso de las mermeladas ‘la
operación’ no resulta especialmente complicada. Estos son algunos consejos a
tener en cuenta:
Es conveniente hacer las mermeladas en cazuelas de acero
inoxidable y suficientemente holgadas para que al hervir no se derrame la
mermelada.
No conviene pasarse de azúcar para que no cristalice.
Una vez hecha, conviene dejar que entibie antes de pasarla a
tarros de cristal previamente hervidos.
Al verter la
mermelada no tiene que quedar aire; para ello, dar unos pequeños golpes al
tarro para que se ajuste bien el contenido y dejarlos sin tapar y cubiertos
hasta que se forme una película.
No olvides cerrar
bien los tarros de tu mermelada.
ELABORACIÓN:
Todas las mermeladas tienen una elaboración similar. Lo que
más varía es la cantidad de azúcar. Nosotros te proponemos como ejemplo una
mermelada de albaricoque y, después, unas pistas sobre las cantidades de azúcar
que deberás añadir en el caso de otras frutas:
En primer lugar, pelar y partir los albaricoques. Pesar, y
por cada kilo de fruta añadir tres cuartos de azúcar.
Dejar macerar la fruta con el azúcar, cubriéndola durante 12
horas.
Poner en una cazuela y dejar a fuego vivo al principio,
desespumando cuando se necesite; bajar el fuego, y a los 15 minutos,
aproximadamente, para comprobar que esté en su punto, echar una pequeña
cantidad en un plato y coger un poco con los dedos: si al separarlos se forma
una hebra resistente, está en su punto.
Retirar del fuego y dejar enfriar.
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