FLORATE S.A
Manzanilla: ésta
es una hierba adapatada a los climas cálidos, semicálidos, semisecos y
templados, de abundante presencia en Latinoamércica, cuyas hojas se asemejan al
encaje y sus flores se caracterizan por sus tonos amarillos y blancos. Es una
de las infusiones más empleadas en el mundo, ya sea como bebida o aplicándola
directamente sobre la parte afectada. Desde tiempos antiguos, los mexicanos han
empleado esta hierba para tratar los trastornos digestivos leves, como diarrea,
gastritis, indigestión o cólicos, algo que en la actualidad también es común en
nuestra cultura. Asimismo, es frecuente emplearla para irritaciones o
inflamaciones oculares, para lo cual es necesario cocerla y dejarla enfriar.
Otros usos hacen referencia a las afecciones respiratorias (catarros, tos,
asma, etc.), para limpiar heridas superficiales o tratar el acné.
Poleo-Menta: esta
hierba es una de las más empleadas en forma de infusión, ya que proporciona
propiedades antiespasmódicas, antisépticas, así como para reducir la
flatulencia, y ayuda a realizar digestiones pesadas. En otros tiempos, esta
planta también se empleó para ahuyentar los insectos de los cultivos. Las
propiedades curativas se encuentran en la totalidad de la planta y su principal
finalidad es la de optimizar las funciones digestivas. Además, se emplea para
catarros y tos.
Té: una de las
infusiones predominantes en nuestra cultura es el té, realizado con las hojas
de la planta que lleva su mismo nombre y que tiene capacidad estimulante,
similar a la del café, aunque no daña el estómago, sino que ayuda a que éste
realice sus funciones. Esta hierba fue descubierta por los chinos y,
precisamente, ellos son sus principales consumidores. Hay que resaltar, además
de las mencionadas anteriormente, sus propiedades diuréticas, así como para
mejorar la visión y la capacidad de atención.
Tilo: esta
infusión es producto de un árbol que puede llegar a medir hasta 30 metros y
puede crecer de forma silvestre, aunque lo más común, actualmente, es
cultivarlo en climas cálidos, semicálidos y templados. La parte medicinal se
encuentra en sus flores y frutos que contienen farmesol y proporcionan un olor
agradable. Debido a sus capacidades sedantes es frecuente emplearla como
tranquilizante, para calmar el estado nervioso. Además, ayuda a realizar la
digestión y a dormir con facilidad. Aunque esa es su principal función también
se emplea para reducir los problemas coronarios y arteriales, así como para
cólicos y reducción de las irregularidades menstruales.
Valeriana: las
propiedades medicinales de la raíz de la valeriana no se descubrieron hasta el
siglo XVI, en el que se conoció su capacidad para controlar la epilepsia. Al
igual que la tila, esta hierba, administrada con precuación, actúa contra el
nerviosismo, como sedante y relajante. Sin embargo, si no se cuida la
proporción del consumo puede dar lugar a la excesiva sedación del sistema
nervioso, así como al retardo de la circulación y el descenso de la presión
arterial.
Menta: existen
cerca de 30 variedades de esta hierba, aunque las más utilizadas son la Menta
(Peppermint o Mentha Piperita) y Menta Verde (Spearmint o Mentha Spicata), y es
cultivada, sobre todo, en Europa, Estados Unidos y Asia. En gastronomía, se
emplea para condimentar todo tipo de guisos, así como para aromatizar postres
y, sobre todo, para producir licores. Se puede adquirir seca, fresca o en
aceite, aunque conviene saber que siempre se encuentra muy concentrada.
Anís Verde: desde
la era antigua, esta hierba se ha empleado con fines mágicos, así como por su
buen aroma, que proporcionaba un aliento fresco al mascarla. España es uno de
los principales productores de esta hierba, ya que le es muy favorable el clima
mediterráneo. Sus propiedades expectorantes, como tónico estomacal y digestivo
hacen de ella una de las plantas medicinales más empleadas. Asimismo, tiene la
propiedad de regular las funciones menstruales, así como de aliviar la
flatulencia. Al no ser soluble en agua, para prepararlo es necesario vertir en
el agua algún tipo de anisado ya preparado, en lugar de la propia esencia, que
hace que ésta se ponga lechosa. Esta bebida es de gran utilidad como digestivo.
Asimismo, se emplea con frecuencia en la cocina para dar aroma y sabor, sobre
todo, a los dulces.
Romero: el romero
es una planta de color verde plateado que ha sido empleada desde la antigüedad
con fines curativos del sistema nervioso y que, además, ha sido apreciada a lo
largo de la historia por su persistente buen olor, parecido al del limón y al
del pino. Las hojas son en forma de aguja. Se puede obtener este tipo de hierba
fresca, seca e incluso en polvo, aunque también es muy frecuente encontrarlo de
forma silvestre o decorando los jardines. Su empleo es muy común para la
fabricación de cosméticos, así como para cocinar ensaladas, carnes o caldos.
Los expertos aseguran que su aroma tiene la capacidad de reforzar la memoria y
de mejorar la circulación.
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